jueves, 13 de agosto de 2009

RECUERDOS DE ORO: "LOS 80 SON NUESTROS": POR ZINQUIRILLA

Nuestra segunda autora invitada de esta edición es nuestra lectora Zinquirilla, autora del blog:
RECUERDOS DE ORO: "LOS 80 SON NUESTROS" POR ZINQUIRILLA:
Voy a compartir aquí los recuerdos televisivos, cinéfilos y de aficiones varias que hilvanan mi infancia ochentera. El tener presente esos recuerdos ha sido una constante en mí. Los que me conocen saben de mi buena memoria y mi gusto por recordar. Por eso y sin idealizar "Aquellos maravillosos años" (de las pocas series que no seguí), guardo tan buenos recuerdos de mi infancia y en particular de esas fantásticas ventanas que eran la tele y el cine.
Quizás el cine entrara antes desde que vi "Sissi" (1955) en el Alameda y leía los libros de Bruguera. A principios de los 80 esperaba acurrucada en el sofá con mi familia que empezara la peli. Una musiquita y unas cortinas envolventes de "Sábado Cine" nos anunciaban "Gigante" (1956), "Con la muerte en los talones" (1959) o "Crimen Perfecto" (1954). Luego leería sobre esas pelis en la enciclo "Historias del Cine" que mi padre coleccionó de Diario 16 (lo que hizo que supiera más que viera de pelis, pero ésa es otra historia, jeje).

Los lunes echaban algo llamado "Mis terrores favoritos" donde me memoria sitúa la escena de la araña gigante ("El increíble hombre menguante" de 1957) y los jueves un silencioso señor con bigote canoso dibujaba con extrema facilidad con un rotulador, antes de tragarme el aerobic de Eva Nasarre y la cocina de Elena Santonja.

Terminando la década, otra musiquita anunciaba los martes la silueta de Joan Crawford, "Los Pájaros" (1963) o a James Dean en aquellos antológicos y formidables ciclos. Me tragué entero con 7 años el de Glenn Ford (con la complicidad de mi progenitor que nos hacía sandwiches de roquefort mientras mi madre guardaba cama). Afortunadamente se recuperó y yo le cogí tanta afición al cine negro, a los Hermanos Marx sobre todo (-¡y al roque!-). Y en octubre del 89 descubrí la mirada de Montgomery Clift.

Entre esos años, mucha tele. Recuerdo cosas de los 70 que veía con mi hermana. Aunque ahí se presenta un dilema generacional: ella es mayor que yo 6 años y no los recuerda y siempre me colgaba el sambenito de "inventarme" cosas. Por fortuna Internet me ha permitido demostrar que sí, que aquella canción era la de "Ulises 31" y aquel calvo era el padre de "Con ocho basta". Los viernes era día de llegar a casa con el babi a lo Supermán, de ver las historias de La linterna mágica ("La felicidad se llama Jonás") y de seguir sabiendo de cine con "De Película" (me llegó a gustar Emilio Linder, jaja).

Luego el "1,2,3" y quedarme dormida con esa musiquilla tan imponente de "La Clave" y aquellos señores tan ceñudos que debían decir cosas muy importantes porque ponía de acuerdo a mis padres. Los sábados y domingos eras días de pasear, recorriendo mi ciudad con mi padre que me descubrió tantos rincones e historias para amarla. Después de almorzar (antes ya se sabía lo que decía la canción de "Los Payasos de la Tele") llegaban los mejores dibujos como "Ruy, el pequeño Cid", "Dartacan y los Tres Mosqueperros" o "La vuelta al mundo de Willy Fogg"; los concursos como "Los sabios" o "El Tiempo es oro" (deseandito de cumplir los 18 para concursar) y las series como "Hart & Hart" y sobre todo, mi serie 10, mi prefe de todos los tiempos por ser de tan de misterio, cinéfila y elegante: "Remington Steele".

Entre semana, se salvaba la merienda con Nocilla y jugar en la calle: la comba, el elástico, el teje, paella, polis y ladrones, bote, love, y tantos juegos con los niños del barrio. Y ver "Barrio Sésamo", el mejor programa infantil de la historia que vi hasta el final con 11 años. De "Los Mundos de Yupy" aguanté el primer capítulo. Una entraba en esa etapa tonta en que los amigos dejaban de ver esas cosas pero "Ferdy" los sábados y "Calimero" los domingos en el 88 siguieron entreteniéndome. Al final todas acabamos viendo "Juana y Sergio". Y nos encandiló el rebelde pijo de Dylan Mackey (con 16 años para el dni me corté el pelo a lo Brenda :D).

Y mientras seguía leyendo. Sobre cine, los reportajes de Terenci Moix que mi padre también coleccionó del Abc y toda la biblioteca que heredé de mi hermana y que aumenté considerablemente: "Los Hollister", "Puck", "Nancy Drew", los libros de Louise May Alcott y sobre todo "Los Cinco" y las aventuras de internados de Enid Blyton. Por cierto, ¿hay alguien que leyera la "Colección Violeta" de Molino sobre chicas italianas y sus distintas profesiones?
Recuerdos que se me agolpan: "Ni en vivo ni en directo", "Media Naranja" (la serie, ¿eh?, con Amparo Larrañaga que luego participaría en la obra de teatro "Los 80 son nuestros", de Ana Diosdado, la profe de "Segunda enseñanza", la abogada de "Anillos de oro"; y con su hermano Luis Merlo que presentó "Pero... ¿esto que es?" donde debutaron Cruz y Raya, ...). Ahora vuelvo a ver muchas imágenes, videos, sintonías, anuncios, jingles, actores, programas y presentadores. Gracias a Internet. Pero me preguntó cómo influye eso en mis propios recuerdos. No me entretengo más.
Un saludo a todos y que sigamos disfrutando del estupendo ¿Qué fue de...?

Zinquirilla

No hay comentarios:

Publicar un comentario