El 7 de septiembre el colectivo Charlas de cine de Multicines Tenerife llevó a cabo un pase especial de la película "La muerte y la doncella" (2017), adaptación de la novela policíaca de Lorenzo Silva con dirección del tinerfeño Andrés Koppel, que con este trabajo debuta en el campo del largometraje de ficción.
La trama se centra en la investigación que llevan a cabo el Sargento de la Guardia Civil Bevilacqua (Quim Gutiérrez) y su compañera Virginia Chamorro (Aura Garrido), los cuales tienen que resolver un misterioso asesinato que ocurrió tres años atrás y en el que la víctima fue un joven de La Gomera llamado Iván (Lucas Matrogiuseppe). En la historia también encontramos a Ruth Anglada (Verónica Echegui), una agente de la Guardia Civil que colabora con los investigadores al haber estado implicada en la primera investigación del caso. Entre los personajes secundarios encontramos al Teniente de la Guardia Civil de La Gomera Nava (Roberto Álamo); su mujer Carmen (Marian Álvarez); y Margarethe von Amsberg (Sanny van Hetteren), la madre alemana de Iván.
El largometraje fue rodado íntegramente en Tenerife y La Gomera, razón por la que se contó con la participación de personal canario, tanto en equipo técnico como en su reparto secundario, completado por Cristóbal Pinto (Siso), Paola Bontempi (Julia), Alba Tonini (Desiree), Beneharo Hernández (Machaquito) o Carmen Cabeza (Candelaria).
¿Cómo surgió el proyecto de adaptar esta novela de Lorenzo Silvia, y cuánto tiempo transcurrió desde que te uniste al proyecto y comenzó el rodaje?:
En 2012, el productor Gustavo Ferrada me sugirió que leyese la novela y que le comentase si había posibilidades de adaptarla. Yo ya había coincidido con Gustavo, que había producido películas basadas en guiones en los que había colaborado como "Intacto" (2001) o "Noche de reyes" (2001). En un principio pensó en mi al ser canario, y su intención era que hiciera algo parecido a "Intacto" con esta novela, aunque al final "La niebla y la doncella" no tiene nada que ver, porque es una película menos rara. A partir de ese momento, me puse a escribir y tardamos tres años hasta que empezamos a rodar.
¿Costó mucho sacar el proyecto adelante?:
Realmente sí, yo entregué la primera versión del guion y estábamos todos bastante contentos. Luego dejé de involucrarme en el proyecto durante 6 meses y me metí en otro con Carlos Bardem y Alberto Ammann para Tele 5, que tuvo complicaciones. Sin embargo, cierto tiempo más tarde, Gustavo me comentó que le había pasado mi guion a Gerardo Herrero, y que estaba interesado en hacer la película. Después de esto, recibí la oferta de dirigirla, ya que fue el primer guion que escribí sin colaboración de otro director o guionista. Y al final, cuando ya estábamos haciendo el casting para el personaje de Chamorro y ya teníamos a Quim Gutiérrez y a Verónica Echegui, Gerardo me comunicó que habíamos recibido el visto bueno de Antena 3 y que la película se podía rodar.
¿Cómo se afronta la adaptación de una novela compleja, repleta de giros y de personajes que tienden a mentir?:
Hay dos retos cuando uno adapta una novela. Uno es el impositivo, cuando tratas de adaptar las cosas que te gustan de la novela, en este caso teníamos los giros, las relaciones de los personajes, y la sensación de claustrofobia y la relación de los personajes con el paisaje de La Gomera, que está muy bien descrita en la novela. Es curioso que esto último esté tan bien reflejado en el libro, ya que Lorenzo Silva sólo estuvo una semana en La Gomera, y logró quedarse con ello. Luego está la parte que hay que ampliar respecto a la novela, y en este caso es el procedimental, ya que en el original la trama policíaca se revela de un modo más casual, y a mí me gustan más las historias en las que los personajes lo dan todo. Por este motivo, la película adapta la novela con mayor fidelidad en su primera mitad.
¿Cuál ha sido la opinión de Lorenzo Silva sobre la película, y cual es su mayor virtud como escritor?:
Lorenzo Silva ha visto la película varias veces y le ha gustado. El entendió perfectamente que un largometraje y una novela son medios diferentes, aunque me marcó unas directrices relacionadas con que no se podía hablar ni bien ni mal de la Guardia Civil, que se mantuviera el tono realista y naturalista, y que la relación entre Bevilacqua y Chamorro, tenía que ser como la de la novela, y no podían mantener relaciones afectivas y sexuales.
La mayor virtud de Lorenzo es que tiene un especial talento como creador, y ya ha sido el autor de toda una saga de libros protagonizados por el Sargento Bevilaqua. Al mismo tiempo, tiene otra as en la manga, que es un profundo conocedor de la Guardia Civil, y siempre se ha interesado en normalizar a este cuerpo. Debido a que conoce a tanta gente de este cuerpo, su visión se acerca mucho a la realidad. Lorenzo fue el que nos llevó conocer a la UCO, el cuerpo de élite de la Guardia Civil.
La mayor virtud de Lorenzo es que tiene un especial talento como creador, y ya ha sido el autor de toda una saga de libros protagonizados por el Sargento Bevilaqua. Al mismo tiempo, tiene otra as en la manga, que es un profundo conocedor de la Guardia Civil, y siempre se ha interesado en normalizar a este cuerpo. Debido a que conoce a tanta gente de este cuerpo, su visión se acerca mucho a la realidad. Lorenzo fue el que nos llevó conocer a la UCO, el cuerpo de élite de la Guardia Civil.
¿Cómo ha influido el hecho de que seas un guionista nacido en Tenerife a la hora de introducir el slang canario en los diálogos?:
Yo a veces escribo muy canario de manera inconsciente. Recuerdo que estaba preparando un proyecto de dos atracadores del Banco de España y en el guion introduje expresiones como "fuerte cabrón" o "machango", y los que se encargaron de revisar el guion no entendían nada hasta que descubrieron que estaba hablando en canario. En este caso no hubo problemas para utilizar algunas de estas expresiones con los actores canarios, aunque hay algunos chistes incluidos en la historia que sólo los van a entender la gente de Canarias.
¿Qué nos puedes contar del casting de la película?:
La verdad es que no me puedo quejar. Es curioso que yo nunca pensé en Quim Gutiérrez para hacer de Bevilacqua. Yo en un principio quería que el personaje, dado su ascendente sudamericano, fuera interpretado por Leonardo Sbaraglia, pero cuando se sumaron al proyecto Antena 3, DeAPlaneta y Movistar, me sugirieron que buscara caras más populares con las que se pudiera vender la película, y así llegaron Quim y Verónica Echegui, con los que al final estoy encantado. Sin embargo, a mi si me dejaron elegir a Aura Garrido para el personaje de Chamorro, y la elegí por la química que tiene con Verónica. Respecto a Roberto Álamo y Marian Álvarez era como pedir a los Reyes la lista de deseos y ellos aceptaron.
Al mismo tiempo, también le pedí a la productora Tornasol, que para los papeles canarios se utilizase un equipo de dirección de casting canario, que hizo un gran trabajo a lo hora de elegir al resto del elenco, donde encontramos a Beneharo Hernández o Alba Tonini, a la que ya le habíamos echado el ojo y que procede de la Escuela de actores de Tenerife.
¿Qué técnicas utilizaste para dirigirlos?:
Cuando yo estudié cine en Estados Unidos, mi mayor obsesión era aprender a dirigir actores. Y tuve la suerte de tener a un profesor que trabajó mucho en televisión. Como al final siempre vas a encontrar a alguien que haga bien los emplazamientos de cámara y consiga una buena fotografía, para mi lo fundamental y lo más divertido es dirigir a los actores. En el fondo, con los actores tan buenos que tuve fue muy fácil lograr que siguieran mis instrucciones y lo tuvieran todo muy claro. Por ejemplo, en la Guardia Civil me felicitaron porque consideraron que Quim Gutiérrez acabó pareciéndose mucho a ellos. Desde mi punto de vista, el director que renuncia a trabajar con actores, no es un director, es un realizador.
La niebla también es una parte fundamental en la historia ¿Cómo fue el plan de trabajo para preparar estas localizaciones?:
De todas las secuencias de niebla hay dos que me tocaron a mí, y una a Aarón Melián, el director de segunda unidad. Utilizamos mucha niebla de bote, también usamos niebla digital, y tuvimos la mala suerte de utilizar muy poca natural. Esas secuencias en las que si pudimos utilizar niebla natural, son maravillosas pero fueron muy peligrosas, y se pudieron hacer gracias a la inestimable ayuda de los especialistas. Tuvimos la suerte de contar con la generosidad del la gente de La Gomera y con el apoyo de la Guardia Civil, ya que no fue fácil cortar las carreteras tantas horas para grabar las secuencias.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?:
Tengo un proyecto con Daniel Calparsoro que espero que salga, y a la vez preparo una serie para Movistar. Estará enfocada en el campo de la investigación, pero con el tiempo y la paciencia que te da el medio.
¿Qué nos puedes contar del casting de la película?:
La verdad es que no me puedo quejar. Es curioso que yo nunca pensé en Quim Gutiérrez para hacer de Bevilacqua. Yo en un principio quería que el personaje, dado su ascendente sudamericano, fuera interpretado por Leonardo Sbaraglia, pero cuando se sumaron al proyecto Antena 3, DeAPlaneta y Movistar, me sugirieron que buscara caras más populares con las que se pudiera vender la película, y así llegaron Quim y Verónica Echegui, con los que al final estoy encantado. Sin embargo, a mi si me dejaron elegir a Aura Garrido para el personaje de Chamorro, y la elegí por la química que tiene con Verónica. Respecto a Roberto Álamo y Marian Álvarez era como pedir a los Reyes la lista de deseos y ellos aceptaron.
Andrés Koppel con la actriz Alba Tonini. |
¿Qué técnicas utilizaste para dirigirlos?:
Cuando yo estudié cine en Estados Unidos, mi mayor obsesión era aprender a dirigir actores. Y tuve la suerte de tener a un profesor que trabajó mucho en televisión. Como al final siempre vas a encontrar a alguien que haga bien los emplazamientos de cámara y consiga una buena fotografía, para mi lo fundamental y lo más divertido es dirigir a los actores. En el fondo, con los actores tan buenos que tuve fue muy fácil lograr que siguieran mis instrucciones y lo tuvieran todo muy claro. Por ejemplo, en la Guardia Civil me felicitaron porque consideraron que Quim Gutiérrez acabó pareciéndose mucho a ellos. Desde mi punto de vista, el director que renuncia a trabajar con actores, no es un director, es un realizador.
La niebla también es una parte fundamental en la historia ¿Cómo fue el plan de trabajo para preparar estas localizaciones?:
De todas las secuencias de niebla hay dos que me tocaron a mí, y una a Aarón Melián, el director de segunda unidad. Utilizamos mucha niebla de bote, también usamos niebla digital, y tuvimos la mala suerte de utilizar muy poca natural. Esas secuencias en las que si pudimos utilizar niebla natural, son maravillosas pero fueron muy peligrosas, y se pudieron hacer gracias a la inestimable ayuda de los especialistas. Tuvimos la suerte de contar con la generosidad del la gente de La Gomera y con el apoyo de la Guardia Civil, ya que no fue fácil cortar las carreteras tantas horas para grabar las secuencias.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?:
Tengo un proyecto con Daniel Calparsoro que espero que salga, y a la vez preparo una serie para Movistar. Estará enfocada en el campo de la investigación, pero con el tiempo y la paciencia que te da el medio.
Con Andrés Koppel. |
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