jueves, 12 de abril de 2012

"LA RESIDENCIA" (1969) Y "¿QUIÉN PUEDE MATAR A UN NIÑO?" (1975): LAS PELÍCULAS DE NARCISO IBÁÑEZ SERRADOR

Tras el gran éxito obtenido con la serie "Historias para no dormir" (1966-68), Narciso Ibáñez Serrador (nacido el 4 de julio de 1935 en Montevideo (Uruguay)) prolongó su pasión por el cine de terror con sus dos únicos largometrajes "La residencia" (1969) y "¿Quién puede matar a un niño?" (1976), dos ejemplos exportables de cine español de género. Una filmografía corta pero interesante, que no tuvo prolongación a consecuencia de las ocupaciones televisivas del director al frente las cinco etapas del mítico programa "Un, dos, tres" (1971-72, 1976-78, 1982-88, 1991-93, 1993-94 y 2004), y de otros espacios como "Waku Waku" (1989-91 y 1998-2001), "Hablemos de sexo" (1990) o "El semáforo" (1995-98).
LA RESIDENCIA (1969):

Escrita por propio realizador junto a Juan Tebar, nos narra una historia ambientada en el siglo XIX y situada en un internado para señoritas en Provenza (Francia). Este lugar está dirigido con mano de hierro por Sra. Fourneau (Lilli Palmer), la cual recibe a una nueva alumna llamada Teresa (Cristina Galbó). Pronto, Teresa descubrirá una serie de misteriosos asesinatos entre sus compañeras. En papeles secundarios de otras jóvenes alumnas, encontramos a Maribel Martín (Isabelle), Mary Maude (Irene) o una joven Teresa Hurtado (Andrea). El reparto se completa con John Moulder-Brown, que encarnó a Luis, el hijo de la Sra. Forneaur; y el indispensable y siempre inquietante Víctor Israel.

Tomando como modelo la literatura de terror británica del siglo XIX y XX, Serrador construye un film con una apariencia que a la vez homenaje al cine de la Hammer de los 60, y aunque los resultados no sean tan brillantes, nos encontramos ante una efectiva propuesta de terror gótico y malsano, que guarda cierto erotismo soterrado (en especial sus referencias lésbicas, y los hábitos sadomasoquistas de la Sra. Fourneau, encarnada con convicción por Palmer). El film logró un gran éxito comercial con una recaudación de más de 124 millones de pesetas, y con el tiempo ha alcanzado objeto de culto, incluso en el mercado internacional.
¿QUIÉN PUEDE MATAR A UN NIÑO? (1975):

Seis años después del estreno de "La residencia", llegó el turno de su segunda película, escrita por él mismo a partir de la novela de Juan José Plans. Tom (Lewis Flander, reemplazando a Anthony Hopkins, la primera opción de Serrador, y que sin embargo rechazó el papel) y Evelyn (Prunella Ransome) llegan una isla mediterránea donde descubren que un grupo de niños está asesinando a los adultos.


La película, más conseguida que la anterior, logra una atmósfera de terror totalmente lograda a través del pulso de su realizador para manejar el suspense, y por las violentas y explícitas imágenes a la hora mostrar la crueldad y frialdad de los niños mientras cometen sus salvajes crímenes, todo ello acompañado de la inquietante música de Waldo de los Ríos. Los únicos apartados discutibles del largometraje recaen en su innecesario prólogo con imágenes documentales de conflictos bélicos con víctimas infantiles como reflejo a lo que los niños hacen luego a los adultos en el film (sin esta escena, la película funcionaría igual, desde nuestro punto de vista), y en la errónea decisión de doblar al castellano los diálogos en inglés de los protagonistas, creando así ese absurdo y habitual efecto de no entendimiento cuando tratan de comunicarse con los habitantes del pueblo que hablan en castellano. Con una recaudación de más de 63 millones de pesetas en su exhibición nacional, al igual que el primer film, logró un gran impacto popular en el mercado internacional. Resulta curioso el claro paralelismo de esta historia con el relato "Los chicos del maíz" (1977) de Stephen King, y su posterior adaptación cinematográfica estrenada en 1984. ¿Conocería esta película el mago del terror literario?

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