lunes, 13 de febrero de 2017

ENTREVISTA A JAVIER GUTIÉRREZ, INTÉRPRETE DE "1898: LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS" (2016)


El miércoles 15 de febrero, el Teatro Guimerá proyectó la película "1898: Los últimos de Filipinas" (2016) de Salvador Calvo, incluida dentro del Ciclo Itinerante de Gas Natural Fenosa con motivo de los Premios Goya. Este drama bélico es una reinvención de la historia ya contada en "Los últimos de Filipinas" (1945) de Antonio Román. 

La trama transcurre en 1898, poco antes de que España firmase el Tratado de París en el que cedía la soberanía de Filipinas a Estados Unidos. En esta época, un destacamento español sitiado en la iglesia de Fray Carmelo (Karra Elejalde), situada el pueblo filipino de Baler, combatió durante 337 días a un grupo de insurrectos filipinos. A través de la óptica del joven soldado Carlos (Álvaro Cervantes), se cuenta este suceso en el que también fueron partícipes otros personajes como el Teniente Martín Cerezo (Luis Tosar), el Capitán Enrique de las Morenas (Eduard Fernandez), el Sargento Jimeno (Javier Gutiérrez), el Dr. Vigil (Carlos Hipólito), y otros como José (Ricardo Gómez), Juan (Patrick Criado), Carvajal (Miguel Herrán) o Moisés (Emilio Palacios).   




Finalizada la proyección, se llevó a cabo una charla en la que el actor Javier Gutiérrez reflexionó sobre diversos aspectos de la película y su trayectoria como intérprete. 




¿Cómo llegaste al proyecto de "1898: Los últimos de Filipinas" (2016) y cómo accediste a tu personaje?:

Yo ya había trabajado con el director Salvador Calvo en la miniserie de Tele 5 "Lo que escondían tus ojos" (2016), donde interpreté a Francisco Franco. Él proviene del mundo de televisión y para su primer largometraje, buscaba actores que le gustasen, de modo que me ofreció el papel del Sargento Jimeno. Posteriormente leí el guión y me gustó mucho. 

¿Cómo preparaste tu interpretación y tu caracterización?: 

En un principio veía ciertas discrepancias con el personaje, y aunque los actores siempre tratamos de negociar para aportar más matices, al final no fue necesario porque Salvador es un gran director de actores.  Cuando hay un buen guion y unas buenas líneas, y si te pones en manos de alguien que tiene claro como quiere contar la película y por donde van a ir los tiros, el actor tiene mucho trabajo hecho. Salvador quería que fuese el malo de la película y que en ningún momento tuviera una grieta. Para componer el papel busqué la inspiración en personajes como el de Tom Berenger en "Platoon" (1986) de Oliver Stone, que es un personaje de un solo color, desde que empieza hasta que acaba la película. También me fijé en el del Coronel Kurtz (Marlon Brando) de "Apocalipsis Now" (1979) de Francis Ford Coppola, intentando darle ese aspecto inquietante. Jimeno es un tipo aguerrido con cicatrices en la cara y en el alma, que está alimentado por el rencor, la ira y la venganza. Los ingleses utilizan la palabra play (jugar) para referirse a la actuación, y al componer a un personaje, unas veces te diviertes y otras no tanto, debido a la responsabilidad y rigor de afrontar un proyecto. A mi me gusta divertirme pensando en la composición del mismo, pensar en como camina, como habla y como es su físico, así que en este caso quise dotarlo de ese mostacho y pelo largo.


El film dista mucho de la patriótica película de 1945, ¿qué fue lo que más te interesó de esta nueva versión?:

Ha habido diversas opiniones sobre la película, con gente que nos ha tachado de antipatriotas. Pero yo opino esto está lejos de la realidad, ya que se está contando una historia real que merecía ser llevada a las nuevas generaciones. Como actor está muy bien enfrentarse a retos como este y trasladarte al abismo y a lo absurdo que puede ser la guerra. En manos de otro director y otros actores, se podría haber hecho una película diferente, pero para eso ya existía una primera versión que era una exaltación auténtica de la patria, muy en consonancia con el Régimen. Por esta razón, hoy en día no tenía ningún sentido retomar esa aproximación y hablar de la patria con la boca llena. Me interesaba más tratar la historia de un grupo de soldados abandonados a su suerte y en una ambiente totalmente despiadado.

¿ Cuánto hay de real y cuánto hay de ficción en el guion de la película?:

El personaje de Carlos, el soldado pintor, si es ficcionado, pero el del Dr. Vigil si existió realmente. Al elaborar el guion el escritor cubano Alejandro Hernández y Salvador Calvo emplearon libros muy interesantes y mucha documentación de la época. De hecho hubo varios soldados canarios que formaron parte del destacamento original. También existe una versión filipina de la historia narrada desde la otra óptica titulada "Baler" (2008).  


¿Cuánto tiempo duró el rodaje?  

Fueron nueve semanas de rodaje, comenzamos en Guinea, donde hubo mucho problemas de producción, porque es un país que no está habituado a casi nada, y menos a hacer cine. Luego seguimos en Tenerife, donde se utilizó el barco El Correillo La Palma, y en Gran Canaria (Santa Lucía de Tirajana). Fue una película muy dura, con muchas escenas nocturnas, y pasamos mucho frío y también mucho calor, con ese vestuario tan maravilloso obra de de Paula Torres, que se llevó el Goya por su labor. 

¿Cómo fue tu relación con tus compañeros de reparto?:

Fue estupenda, por un lado estaba la parte veterana compuesta por Luis Tosar, Karra Elejalde, Carlos Hipólito, Eduard Fernández y yo, y otra integrada por actores más jóvenes como Álvaro Cervantes, Ricardo Gómez o Patrick Criado. Todos ellos son unos portentos. 

¿Es difícil salir del encasillamiento que provocar protagonizar una serie tan larga y exitosa como "Águila Roja" (2009-2016)?:

Por desgracia o por fortuna, el público tenía asociada mi imagen a la del personaje de Saturno García, que interpreté en esta serie. Es algo inevitable cuando interpretas a un personaje durante 8 años y con picos de audiencia de más de 5 millones de espectadores, y por eso mucha gente me decía que me iba a pasar lo mismo que a Antonio Ferrandis con Chanquete en "Verano azul". Sin embargo, muchos espectadores se llevaron una gran sorpresa cuando vieron "La isla mínima" (2014) de Alberto Rodríguez, donde interpretaba a un policía llamado Juan, que nada tenía que ver con mi trabajo televisivo. 


¿Tras tu experiencia al participar en una superproducción norteamericana como la adaptación del videojuego "Assassin's Creed" (2016) de Justin Kurzel, estarías interesado en prolongar tu trayectoria en el cine o la televisión de Estados Unidos?: 


Si son interesantes, claro que me gustaría, y no sólo en Estados Unidos, sino también en Latinoamérica. Gracias a que parte de la acción de la película se desarrolla en la España de La Inquisición, buscaban a un actor que hiciese de Torquemada, y tuve la suerte de que me contrataran. Fue una experiencia muy interesante trabajar en una película con un presupuesto de más de 200 millones de dólares en la que pude coincidir con Michael Fassbender, Marion Cotillard y Jeremy Irons, y eso no le sucede a uno todos los días. 

¿Cuáles crees que son la principales diferencias entre la cinematografía española y la Hollywood?: 


Es complicado, hace un tiempo, las películas españolas costaban unos 3 millones de euros, y aunque se puede hacer cine así, a veces es inviable. Es indudable que hay grandes profesionales en cuando a dirección, en el apartado actoral o en los aspectos técnicos. También hay que construir una base de espectadores que vayan al cine, y hace falta dinero para publicitar, porque hay buenas películas que se estrenan y no se entera nadie. Por otra parte, vivimos en una especie de tiranía de las tres grandes cadenas de televisión (TVE, Antena 3 y Tele 5), las cuales deciden si una película se hace o no, y a veces hay cierto cine que no les interesa. Tampoco podemos olvidar que hay que competir contra el cine hollywoodiense, y aquí no se hace como en Francia, que hay un respeto por su cine y se equilibra la cuota de pantalla.  Seguramente si la historia de "Los últimos de Filipinas" la hiciera Spielberg, iríamos todos  a verla en masa.


¿Cúal es tu opinión de las películas españolas rodadas en inglés con actores internacionales?:

Me parece bien, como sucede en el caso de Sigourney Weaver en "Un monstruo viene a verme" (2016) de Juan Antonio Bayona. Ahora todo está tan globalizado que nos encontramos con películas como esta, que siendo española, no lo parece, a pesar de que su equipo técnico si lo es. Esa elección de actores extranjeros la veo acertada, pero siempre y cuando sean buenos, si son un pestiño, mejor que nos contraten a nosotros. 

¿Cuáles son tus próximos proyectos?:

En abril se estrena la película "Plan de fuga", que es un thriller de Iñaki Dorronsoro, donde vuelvo a trabajar con Luis Tosar. 

Lo siguiente es el largometraje "El móvil" de Manuel Martín Cuenca, una película en la que tengo depositada mucha confianza y que está basada en la novela homónima de Javier Cercas. 

Para otoño se estrenará la serie "Vergüenza" en Movistar +, es una comedia atípica con episodios de 25 minutos. Interpreto a un personaje al que le pasan unas cosas muy bochornosas. Es una propuesta muy arriesgada, porque a veces te dan ganas de reír o hasta de apagar el televisor, pero espero que guste a los fans de las series. 

Y por último, en breve empiezo a rodar "Campeones" de Javier Fesser, que habla sobre el mundo de la discapacidad, y se va a rodar en Madrid y parte en Canarias. 









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