Nuestra tercera autora invitada es El Hada Verde, creadora del blog:http://elhadaverde.lacoctelera.net/
RECUERDOS DE ORO: QUÉ FUE DE MIS RECUERDOS: POR EL HADA VERDE
Buceando en el baúl de mis recuerdos, hoy he vuelto hasta aquel sofá color mostaza repleto de flores. Me encantaba echarme sobre sus mullidos cojines y soñar con ser una mujer. Ahora, que ya lo soy, evoco aquel desaparecido sofá para volver a convertirme en la niña que fui y siempre seré.
¡¿Cómo están ustedes?!,vuelve a gritar Gaby a las graderías llenas de niños, mientras saboreo las galletas con mantequilla y mermelada que me trae mi abuela... ¿Y Las Urracas Parlanchinas? ¿Continuarán posadas en aquella rama seca y alta?... ¡Me hubiese gustado tanto poder cambiarme por Jorge o Georgina, como la llamaban los mayores! ¡Me hubiese gustado tanto compartir mi tiempo con un perro como Tim y vivir toda suerte de aventuras junto a él y a Dick, Ana y Julián! Pero por aquellos tiempos, en mi universo no existían mascotas y mi único primo se llamaba Jose Manuel y vivía en Italia. Así que sumergirme dentro de la caja tonta para zambullirme en "Las aventuras de los cinco" no me costaba ni una mijita de esfuerzo.
No sé cómo es posible que, hasta el día de hoy, ninguno de los míos recuerde haber visto esa serie jamás...¿Era T.J. el rubio al que el sargento Harrelson mandaba siempre al tejado? ¿Se llamaba así ese gran tirador de ojos azules que me enamoraba embutido en su mono oscuro?...
Ayer me vi rodeada por un gran grupo de abejas como Maya al bajar a mis huertas. Igual que me pasa con las "Teclas" (léase arañas), jamás las he temido. Estoy segura de que la causa radica en lo bien que me lo pasaba al contemplar las andanzas de todos los bichillos que se dibujaban en cada uno de los episodios de tan famosa serie...¿Y Heidi? ¿Y Marco? Hoy por hoy seguro que hubiesen cruzado sus historias y los habrían liado para subir los índices de audiencia. Todavía tengo por casa los álbumes de cromos de estos dos personajes nipones, abuelos de los actuales Manga y, a veces, me pierdo por sus páginas arrugadas, vetustas y rebosantes de sueños...Las bacterias peludas de mi barriga sonríen cada vez que las alimento con sano yogur líquido, mientras viajo hasta la antigua Grecia o hasta el foro romano. Y es que tanto "Érase una vez la vida", como "Érase una vez el hombre" fueron otras dos series que me hipnotizaron...
Y La casa de la pradera...Y Sabadabadá...Y Tocata...Y Los Chiripitifláuticos...Y tantos y tantos otros...
No fui una niña pegada a una pantalla de televisión. Los estudios, el ballet y las clases particulares de idiomas y refuerzo no me dejaban demasiado tiempo libre como para lobotomizarme frente a ese cristal mágico.
Tal vez por eso conservo, tan nítidos los placenteros instantes en que me dejaba abrazar por las flores de aquel sofá. Acaso por ello cuando abro el baúl de mis recuerdos llego a sentir, incluso, la textura de la tela contra mi espalda.
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