lunes, 30 de octubre de 2017

VIDAS CURIOSAS: EMILIO EL MORO

Emilio Jiménez Gallego nació el 2 de noviembre de 1923 en Melilla (España).

Desde muy joven se interesó por el flamenco y a los 15 años ganó diversos concursos interpretando canciones de este género. Tras crear el personaje de "Emilio el Moro", ataviado con fez, chilaba y babuchas, su inseparable guitarra y su acento árabe, se trasladó a Madrid en 1949. 



Durante los años 60, 70 y primeros 80 fue una figura muy popular y se caracterizó por su prolífica trayectoria musical con más de 100 trabajos discográficos publicados. Realizó versiones paródicas de grandes éxitos del flamenco, la copla o la rumba como "El emigrante", "El toro y la Luna", "Soy un hombre del campo", "El porrompompero", "Ojos verdes", "Soy minero", "A la lima y al limón", "12 cascabeles", "La Lirio", "Yo vendo esos ojos negros" o "Antonio Vargas Heredia". Su éxito se debió a su ingeniosa manera de adaptar las letras originales con resultados surrealistas como "Mi suegra me la robaron", ácida versión de "Mi carro"; o su "La Malagueña", donde cotorreaba como una gallina o hablaba como un niño pequeño. 





Posteriormente también se atrevió a realizar versiones de temas alejados de la música folklórica como "Yo no soy ese", versión del "Yo no soy esa" de Mari Trini, o sus particulares interpretaciones de "María Isabel" de Los Payos, "La vida sigue igual" de Julio Iglesias, "Amigo conductor", "Submarino Amarillo" de Los Beatles, el bolero "Historia de un amor" o hasta el "La, la, la" de Massiel, interpretada junto a Marujita Díaz en un programa televisivo. Otros de sus temas fueron "Sevillanas disparatadas", "Mira que eres gorda" o un álbum junto al artista de flamenco Rafael Farina publicado en 1977. 

Al margen de su larga trayectoria musical, también hizo algunas incursiones cinematográficas en el cortometraje documental "Fantasía andaluza" (1953), interpretándose a sí mismo en una escena de la comedia erótica "La insólita y gloriosa hazaña del Cipote de Archidona" (1979), y realizando un papel secundario en otra comedia titulada "Un cero a la izquierda" (1980). 



Aunque siguió grabando discos y casetes, a finales de los 80, su popularidad descendió porque estilo de humor quedó desfasado en los nuevos tiempos. En 1987 tuvo la mala suerte de sufrir un accidente cuando encendió un cigarrillo que causó una explosión de una bombona de gas, hecho que le causó importantes quemaduras y que provocaron su muerte en Alicante (España), el 12 de julio de 1987 y a la edad de 63 años. Artistas como Carlos Cano se encargaron de reivindicar su singularidad cuando aún no había fallecido con el tema "Las murgas de Emilio el Moro" (1985), y con el paso de los años se siguieron comercializando sus recopilatorios.


DEDICADO A SU MEMORIA (1923 - 1987). 
















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