El viernes 14 de julio, Charlas de cine acogió en Multicines Tenerife un pase especial de la película "Despido procedente" (2017), que contó con la participación de su actor principal Imanol Arias, y de su director y guionista Lucas Figueroa.
Esta comedia negra hispano-argentina cuenta la historia de Javier (Imanol Arias), un español que trabaja en Argentina como directivo en una multinacional relacionada con las telecomunicaciones. Justo cuando su empresa atraviesa un momento de gran importancia, su vida se convierte en un caos cuando se cruza con Rubén (Darío Grandinetti), un pícaro buscavidas.
Finalizada la proyección, se llevó a cabo una amena entrevista a los invitados (los cuales demostraron su buena compenetración y entendimiento, hasta el extremo de haberse convertido en una cómica y extraña pareja artística) moderada por Ramón González Trujillo, y en la que también participó Daniel Fumero, creador del cartel publicitario de la película.
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| Daniel Fumero, Imanol Arias, Lucas Figueroa y Ramón González Trujillo. |
Imanol Arias, ¿cómo te llegó el guion de "Despido procedente" y por qué quisiste implicarte en el proyecto?:
Imanol Arias: Conocí a Lucas Figueroa durante Los Premios Platino del Cine Iberoamericano. Allí coincidimos en la piscina del hotel y más tarde me explicó el proyecto, el cual me pareció muy interesante. Mi relación con Lucas durante la gestación, rodaje y promoción ha sido estupenda, incluso le he enseñado a apreciar la buena cocina.
Espero que podamos seguir trabajando juntos, ya que tiene las ideas muy claras y encima es muy activo, ha registrado más de una veintena de guiones para futuros proyectos que me entusiasman.
Imanol Arias, ¿cómo definirías a tu personaje de Javier?:
Imanol Arias: Javier es un buen hombre, pero debido a que ejerce un cargo importante en una empresa sin escrúpulos, se ha visto obligado a tomar decisiones con las que no está de acuerdo, como el hecho de que la empresa decida recortar personal en el momento de mayor expansión económica.
También es capaz de destrozarse los pies en unas clases de tango con el único fin de contentar a una mujer como Cris (Paula Cancio), a pesar de que sabe que su relación tiene poco futuro.
Al mismo tiempo, su orden queda desestabilizado con la llegada del personaje de Rubén (Darío Grandinetti), que pone su vida patas arriba.
Lucas Figueroa, ¿en qué te inspiraste para escribir el guion?:
Lucas Figueroa: Aunque ahora llevo 20 años viviendo en España, cuando era más joven estuve trabajando en Telefónica de Argentina, algo que me hizo conocer las grandes empresas desde dentro, siempre dispuestas a conseguir el mayor beneficio a cualquier precio. Esa idea queda muy bien reflejada en la película con el personaje de Sam (Hugo Silva).
Lucas Figueroa, ¿crees que el hecho de que obtuvieses un récord Guinness al cortometraje más premiado con "Porque hay cosas que nunca se olvidan" (2008) te ha facilitado la entrada en los largometrajes?:
Lucas Figueroa: Pienso que eso no me ha ayudado para nada, y si ha sido así, no voy a esperar sentado a que me ofrezcan nuevos proyectos, ya que no tengo esa paciencia. Prefiero desarrollarlos yo mismo, como fue el caso de la película de "Viral" (2013) o ahora con "Despido procedente".
Imanol Arias, salvo excepciones como "Anacleto: Agente secreto" (2015) o esta película, no ha sido muy habitual verte en papeles de comedia durante tu carrera. ¿Te sientes cómodo con ellos?:
Imanol Arias: Realmente me encanta hacer comedia, estoy muy cómodo y espero que me ofrezcan otros proyectos de este género. También rodé en Argentina una película llamada "Mi primera boda" (2011), e incluso en la serie "Cuéntame", intento insuflar algo de comedia al personaje de Antonio Alcántara.
Imanol Arias, ¿qué es lo que más te gusta de rodar en Argentina?:
Imanol Arias: Siempre que he rodado películas argentinas como "Camila" (1985) o "Tango Feroz, la leyenda de Tanguito", que fue un gran éxito en 1993, me han recibido muy bien en este país, hasta hacerme sentir como uno más. También he hecho mucho teatro allí, y aunque intento hablar con el acento, me dicen que les gusta más que mantenga mi castellano. Me he planteado obtener la doble nacionalidad, aunque es más fácil que me la den en Uruguay, lo cual no es mala opción, incluso tienen mejor mate (comenta bromeando).
Imanol Arias, ¿qué te parece el uso de plataformas digitales como Netflix para distribuir las películas?:
Imanol Arias: Desde mi punto de vista, la mejor forma de ver una película es en el cine, que es donde se permite hacer eventos con el público para conocer la opinión de los espectadores. En los tiempos en que se estrenó "La muerte de Mikel" (1983), se hacían este tipo de presentaciones, y existía la ventaja de que las películas podían estar varios meses en cartel. Por otro lado, la sensación de ver una película en compañía o junto a otra gente que comparte la sala, es muy diferente a la de verla en la intimidad.
Desde que hago "Cuéntame" soy consciente de que todas las semanas me ven cuatro millones de espectadores que no conozco, y que mientras están delante de la tele, cenan, mandan al niño a dormir o son capaces de interrumpir una discusión para atender a lo que pasa en la televisión, con lo cual la manera en la que se llega al público es muy distinta.
Ahora en televisión se están haciendo productos de gran calidad, y además existe una posibilidad de llegar a mercados diferentes en países como Colombia o Venezuela, donde la seguridad no es buena para trasladarte varios kilómetros por carretera para ir con tu familia al cine. Antes de Netflix, la gente pirateaba para acceder a películas como las españolas, y ahora tenemos la ventaja de que las pueden consumir de forma legal. De hecho, gracias a ello, "Anacleto, agente secreto" se ha podido ver en más de 30 países.
Imanol Arias, ¿cómo accediste al papel de la película "El Lute" (1987) y cómo ha sido tu relación con el auténtico Eleuterio Sánchez?:
Imanol Arias: En 1986 yo había trabajado con Vicente Aranda en "Tiempo de silencio", una película que funcionó muy bien en los videoclubs debido a que muchos estudiantes la alquilaban para no leer el libro, que se estudiaba en Bachillerato. Cuando Vicente empezó a preparar "El Lute", me dijo que no me veía como protagonista, y siempre me decía que me daría un papel secundario como guardia civil. Sin embargo, hubo problemas para encontrar protagonista y se barajaron nombres como el de Rafael Álvarez "El Brujo". Al mismo tiempo, la mujer de Vicente, que también formaba parte del equipo técnico, siempre me decía que el papel acabaría siendo mío, y por ese motivo empecé a prepararme el acento merchero de El Lute por mi cuenta. Para ello me reuní con auténticos mercheros y grabé sus conversaciones con una grabadora, para después escucharlos y prepararme el acento. De este modo, cuando finalmente me llamó Vicente, se sorprendió al oírme hablar como El Lute y acabó dándome el papel. Posteriormente, Victoria Abril, que es una tía muy inteligente e interpretaba a Chelo en la película, buscó la manera de que el resto del reparto pudiese hablar con el acento merchero con convicción, empleando determinadas palabras en cada diálogo.
En lo referente a mi relación amistosa con Eleuterio Sánchez, siempre ha sido cordial, aunque al principio no terminaba de verme en el papel, y se enfadó mucho por el hecho de que los maquilladores de la película me diesen un producto para ensuciar mis dientes. Luego cambió de opinión al verme en una escena y me dijo: "Enhorabuena, ya eres El Lute". También tengo una anécdota curiosa relacionada con él: Recuerdo que cuando se produjo el estreno de la película, Eleuterio fue con toda su familia a verla, incluso estaba Lolo, y me dijeron que querían hacerse una foto conmigo. Yo accedí, pero en ese momento los periodistas se dispusieron a fotografiarnos, y de pronto, los familiares salieron del objetivo de las cámaras y se tiraron al suelo. Cuando ocurrió esto, Eleuterio se justificó diciéndome: "Es que están en busca y captura".
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