domingo, 19 de agosto de 2007

TIEMPOS SENCILLOS, TIEMPOS MEJORES (LOS 80'S): POR RAYCO

En esta ocasión hemos contado como autor invitado con Kanu, amigo y lector habitual al tiempo que cinéfago, rockero y amante del deporte televisado, que ha titulado su artículo como:

TIEMPOS FELICES, TIEMPOS MEJORES (LOS 80'S): POR KANU

Nací en 1978 y durante mucho tiempo me "lamenté" por no haber nacido algo antes para así poder haber vivido el auge de los Rolling Stones o de Led Zeppelin o haber acudido al estreno de "La Guerra de las Galaxias" (1977), "Superman" (1978) o "Alien" (1979). Hoy, con 28 años, me alegro de haber nacido en ese año porque me permitió vivir con la intensidad de un infante una década tan denostada como entrañable: los 80.

Para mí esa década (y mis recuerdos) empezaron el 21 de diciembre de 1983. Esa noche España ganaba a Malta por 12 a 1 y se clasificaba para la Eurocopa de Francia y yo, que estaba a pocos días de cumplir los cinco años sólo recuerdo a mi padre (al que Dios tenga en su gloria) y a mi hermano brincando para un lado y para el otro, ese jolgorio añadido al parpadeante brillo del árbol de Navidad se me incrustó en la memoria por los siglos de los siglos.

De los 80 me marcaron principalmente dos programas: "La bola de cristal" y "Barrio Sésamo" (como a todo el mundo, supongo). "La bola de cristal" fue un programa irrepetible, no sólo por su concepto sino también por su contexto. ¿Recuerdan aquel sketch donde Pablo Carbonell y Pedro Reyes hacían de exploradores y unos caníbales les sacaban las tripas?, ¿o aquel de la caja de ahogos y tensiones donde un tipo perdía todo su dinero y se suicidaba?. Era un programa radical y visionario donde te enchufaban series del jurásico como "Embrujada", "La familia Munster" o "El superagente 86" (como me ponía Barbara Feldon) y funcionaban. Después llegaron Miriam Díaz Aroca y Leticia Sabater con su "ok makey" y lo mandaron todo al carajo.

"Barrio Sésamo" llenó nuestras tardes de sano entretenimiento y aparte del famoso pijama de Espinete o de la ocupación de Ana, en el instituto (ya más talluditos) mis colegas y yo llegamos a la conclusión de que Espinete era un okupa que le "chuleó" la casa a Don Pimpón aprovechando uno de sus viajes (viendo a que dedicábamos nuestro tiempo no es de extrañar que nuestros resultados académicos fueran los que fueran).


También había una gran oferta de dibujos animados, desde las reposiciones de "Heidi", "Marco" o "La abeja Maya" (por cierto, ¿alguna vez se fijaron en la voz y los ojos de Willy, el amigo de Maya?, ¿en que tipo de planta se posaba esa abeja?, porque ese aspecto de "fumado" no era normal), hasta las míticas "La vuelta al mundo de Willy Fogg", "Ruy, el pequeño Cid" o "D'Artacan y los tres mosqueperros".
Otra serie de gran calidad fue "Don Quijote", quizá la mejor adpatación que se haya hecho nunca de esa novela. La primera serie que recuerdo era "Ulises 31" y que iba a casa de un colega a verla, y a merendar (un saludo para Juan). La que a mí más me desconcertaba era "Pumuky", ¿por qué se movía tanto?, yo he llegado a la conclusión de que fue el primer "pastillero" de la historia porque tanta hiperactividad era muy sospechosa.



Otras series que me molaban eran "Fraggle Rock" (con la absurda existencia de Los Curris, esos bichejos que trabajan sin parar para ver su obra devorada una y otra vez) o las europeas "La tía de Frankenstein", "Ravioli" o "La piedra blanca".
El videoclub también fue muy importante para mí, contribuyó de forma decisiva a mi cinefagia con esas pelis de acción de la Cannon con Chuck Norris acabando con todos los comunistas y moros que pasaban por allí, las pelis de ninjas, las copias italianas de "Terminator" o "Alien", las de zombis "serias" o "menos serias aún".


Para mí los reyes del videoclub eran Charles Bronson y Burt Reynolds, ignoro cuantas veces alquilé "Yo soy la justicia" (1982) y la saga de "Los locos de Cannonball" o similares.


Los 80 me recuerdan a la medalla de plata en L.A. 84 en baloncesto, cuando Epi, Corbalán, etc perdieron dignamente una final contra Jordan y cía o cuando en Seúl 88 le quitaron la medalla a Ben Johnson por dopado, algo me sentó como un tiro porque Carl Lewis me caía fatal, pero en fin.
Pero el rey de esa década fue el Diego, lo que hizo en el Mundial de México 86 tardará en ser igualado.
Aquél fue el Mundial de Butragueño y sus cuatro goles a Dinamarca en Querétaro, después llegamos a cuartos y Bélgica nos eliminó por penaltis. Recuerdo la sensación de frustración cuando Jean Marie Pfaff le paró aquel penalti a Eloy, por aquella época yo era más optimista (o más ingenuo según se mire) y pensé: "La próxima vez será". Hoy estamos a 2007 y muchas cosas han cambiado pero la selección sigue igual o peor.
En fin, los 80 fueron una buena década o como diría Peter Griffin (el protagonista de la serie "Padre de familia" y mi gurú en la actualidad): "eran tiempos sencillos, eran tiempos mejores".
RAYCO

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