QUÉ FUE DE...?: IÑAKI GABILONDO: "EL PERIODISTA ACOMPAÑA A LA VIDA CON EL RELATO DE LO QUE OCURRE" POR JAVIER FERNÁNDEZ

Por un instante nos apartamos de nuestros contenidos habituales para ofrecer esta crónica en la que hemos contado con la colaboración invitada de nuestro amigo Javier Fernández, redactor de Radio Marca (Tenerife).

Los periodistas Iñaki Gabilondo (José Ignacio Gabilondo Pujol, nacido en San Sebastián el 19 de octubre de 1942) y Juan Cruz (Juan Cruz Ruiz, nacido en Puerto de la Cruz, Tenerife, el 27 de septiembre de 1948) ofrecieron este 25 de octubre de 2011, en la sede central de CajaCanarias de la capital tinerfeña, una charla que tuvo como título ‘La condición humana’. En la misma, Cruz cuestionó a Gabilondo sobre sus impresiones de la sociedad vasca y española en general, los aspectos políticos del anuncio del alto al fuego por parte de ETA y definieron la profesión del periodismo.

Gabilondo comenzó agradeciendo “la educación que me dieron mis padres, porque son de las personas que más he aprendido y que me han inculcado los valores que me guían hoy en día”, expresó. “Mi padre”, prosiguió, “me enseñó que se puede convivir sea cual sea la distancia entre todos, siempre y cuando exista voluntad para ello. También me enseñó a que no hay que odiar nunca”, explicó.

Como vasco, no puede evitar hablar de todo lo relacionado con ETA y su reciente anuncio de alto al fuego definitivo. “ETA empezó cuando yo tenía 18 años. Vi nacer la barbarie, la vi crecer y llegó a rondarme. Tardaremos mucho tiempo en depurar el tóxico que nos ha dejado en la sociedad, porque la sociedad está enferma. Los vascos somos números uno, incluso en Europa, en muchos aspectos científicos, médicos, incluso algunos sociales, pero somos los últimos en un asunto como éste que es vergonzante. El texto de ETA es tan repugnante que entiendo que el que lo lea no crea que ahí se encierre una verdad”, opinó, para añadir que, “tras cuarenta años hablando sobre ETA en diferentes medios de comunicación, cuando sucede la noticia que siempre quise dar no estaba en antena y habría dado, incluso, un año de sueldo por haber podido dar la noticia”, lamentó.

“España me da un poquito de miedo. Es un país al que quiero con todo mi corazón, pero me dan miedo ciertas cosas. Por ejemplo, creemos que el fascismo está olvidado, pero aún quedan resquicios del mismo en algunos lugares. Creo que los españoles somos muy extremistas y tenemos muchos problemas no resueltos. España es un país austero que no ha encajado bien la prosperidad. Todos nos creímos hace muchos años que por adquirir una vivienda, un coche, tener hijos y hacerlos vivir como príncipes estábamos logrando dar solidez al país y a nuestras vidas, pero ha sido una prosperidad engañosa y en esa ensoñación nos pilló la crisis y ahora España está KO”, opinó sobre la situación actual en nuestro país.

Cruz cuestionó a Gabilondo sobre la profesión de ambos. “El público en general tiene que entender que el periodista no tiene un cromosoma de más y que no es más listo que nadie, que es algo que siempre se le exige y no es así. El periodista es un administrador de un derecho colectivo y debe estar comprometido con la sociedad y si no se da cuenta que su cliente es público está perdido”, manifestó. “Creo que esta condición sustancial del periodista se ha perdido hoy en día”, añadió, “porque el periodista es una segunda voz de la realidad, ya que la vida y lo real es la familia que día a día sale adelante y que pone la radio, la tele, lee el periódico o se informa por Internet para estar informado o para entretenerse. El periodista acompaña a la vida con el relato de lo que ocurre, pero nunca se puede creer más importante que el protagonista de su noticia o a quien se dirige”. “Habría que poner un nombre y calificar las subespecies del periodista actual para no crear confusión, porque que siete personas rellenen una programación completa de una televisión para gritarse entre sí y hablar de la vida de otra persona no es periodismo y al periodista actual no se le tiene respeto, se le tiene miedo”, manifestó.

Por último, Gabilondo animó a los presentes en la sala “a vivir cada día de nuestras vidas como si fuera el último, ya que los días son irrepetibles. Nunca habrá otro 25 de octubre de 2011 en nuestras vidas. El amanecer de cada día es único, cada día hay un solo amanecer”, finalizó.