lunes, 10 de diciembre de 2018

ENTREVISTA AL DIRECTOR ENZO G. CASTELLARI "GRACIAS AL RECONOCIMIENTO DE QUENTIN TARANTINO, PUEDO IR A FESTIVALES"


Enzo G. Castellari entrevistado por Miguel Ángel Rodríguez Villar. 

"Gracias al reconocimiento de Quentin Tarantino, puedo ir a festivales", comentó el director, guionista y actor italiano Enzo G. Castellari (Roma, 29/7/1938) durante la charla celebrada el día  24 de noviembre de 2018, con motivo de su visita al Festival de Cine Fantástico de Canarias - Isla Calavera. De manera previa este encuentro, se proyectó su película de ciencia-ficción "1990: Los guerreros del Bronx", y en su recta final le fue concedido el Premio Isla Calavera de Honor.



QUEFUEDE: ¿Qué impresión le causa volver a ver "1990: Los guerreros del Bronx" (1982) en la actualidad?:


ENZO G. CASTELLARI: Para aquel tiempo estaba bien, pero al volver a verla, pienso que hoy la hubiera hecho con un montaje más rápido. Hubiese rodado todo de manera distinta.

QFD: ¿Cómo fueron sus comienzos en el cine y qué aprendió de su padre, el director Marino Girolami?

E.G.C.: Desde muy pequeño siempre estuve en los sets de mi padre, y cuando era estudiante, me llevaba al estudio de montaje y yo estaba fascinado con eso. Para mi era como un sueño, ver esa moviola con el celuloide que pasaba. Por este motivo, me enamoré del montaje. 

QFD: ¿Cuáles fueron sus intenciones a la hora de realizar el spaghetti-western "Voy, lo mato y vuelvo" (1967)?:

En esta película se me ocurrió algo desmitifizador que tenía muchas ganas de hacer. Nada más empezar, morían unos personajes que trataban de emular a los de Clint Eastwood, Lee Van Cleef y Franco Nero. En aquella época tuve bastante libertad para rodar, ya que si se contaba con una buena historia, un director adecuado, y un actor que tuviese los matices necesarios, era muy fácil trabajar.

QFD: ¿Cómo fue el rodaje en España de la película bélica "El largo día del águila" (1969)?


E.G.C.: Fue estupendo, todos mis recuerdos son magníficos. Si tuviera la posibilidad de rodar una película como esa, lo volvería a hacer. Aquí en España había buenos profesionales y se trabajaba con más humildad. De esta película destacaría el gran trabajo del maquetista Emilio Ruiz del Río, habéis tenido un genio increíble en España, y recomiendo ver el fantástico documental "El último truco" (2007), dedicado a su figura.

Q.F.D.: ¿Cómo fue la experiencia de llevar a cabo el film policíaco "La policía detiene, la ley juzga" (1973), junto a Franco Nero?



E.G.C: Tuvimos un gran éxito con esta película, incluso en Estados Unidos, en aquella época, tener a Franco Nero como protagonista, ya era una garantía para los productores. Se necesitaba a una estrella, y después de "Django" (1966) o "Camelot" (1967), era el más conocido de todos los actores italianos. Me costó convencerlo, porque cuando hablé con su representante, no le convencía que yo fuese el director. Sin embargo, tuve la suerte de que la peluquera personal de Franco Nero era la misma que había trabajado en las películas de mi padre, y gracias a ella, pude contactar con él. Aunque de entrada fue un poco reticente, conseguí entregarle el guion para que lo leyera, y al final tuve la suerte de que le gustó mucho la historia. Cuando empezamos a trabajar juntos, nos dimos cuenta de que teníamos mucho en común en cuanto a gustos cinematográficos. Luego hicimos muchas películas juntos y siempre hubo un buen entendimiento, incluso si alguna escena no le convencía, él pedía retocarla y al final siempre tenía razón. Por eso es mi actor favorito de todos con los que he trabajado.  

QFD: ¿Qué opina del spaghetti-western "Keoma"? 


E.G.C.: Es mi película favorita. Fue difícil ponerla en marcha, porque la temporada de los spaghetti-westerns había terminado. Sin embargo, Franco Nero y yo nos empeñamos en hacerla. Se pudo hacer gracias a la financiación del productor Manolo Bolognini. El actor George Eastman fue el que escribió la idea, que nos gustó mucho. En aquel tiempo yo estaba terminando "Forajidos 77" (1976) y Franco Nero estaba rodando en Alemania el telefilm "24 horas de Munich" (1976). Cuando empezamos a rodar, el guion aún no había llegado, y teníamos que rodar día a día. Por eso yo me encargué de rodar escenas de acción, que para mí fueron como un juego. Cuando al fin llegó el guion, me puse a leerlo por la noche y no me gustó nada, así que me encargué de retocarlo, y aporté algunas ideas que me gustaban de grandes películas, como "Julio César" (1953) de Joseph L. Makiewickz o "El séptimo sello" (1957) de Ingmar Bergman. Yo estaba muy ilusionado por hacer la película, pero el milagro sucedió después, cuando se estrenó y fue un éxito. Luego sacaron otras películas similares a la mía en Italia, pero no funcionaron.

QFD: ¿Tiene intenciones de poner en marcha el proyecto de su secuela, tiulada "Keoma Rises"?

E.G.C.: Tuve la idea de hacerla, pero luego la he ido cambiando. Quizá exista una posibilidad de hacerla en Almería con Franco Nero y un productor Alemán. También es posible que participe gente con la que he coincidido en este festival, como Caroline Munro, Mick Garris o Gary Baxter.  

QFD: ¿Que le pareció que "Aquel maldito tren blindado" (1978) fuese la película de referencia de Quentin Tarantino a la hora de crear "Malditos bastardos" (2009)?


E.G.C.: Fue fantástico. Mi encuentro con Quentin Tarantino fue en el Festival de Venecia. La primera vez que me vio me abrazó, me llamó maestro y se alegró mucho de conocerme. Luego vimos "Aquel maldito tren blindado" junto a Joe Dante. Quentin nunca la había visto en pantalla grande, pero se emocionó y se sabía los diálogos y los encuadres de memoria. Gracias a su reconocimiento, puedo acudir a festivales como este. Cuando luego se rodó "Malditos bastardos", mi hijo Andrea y yo estuvimos un mes en Berlín, donde se rodó la película, e hice una aparición en ella interpretando a general alemán. En el set, Quentin me presentó a todos los actores, y al llegar a Brad Pitt, estaba con Angelina Jolie, y ella me confesó que a  uno de sus hijos le gustaba mucho mi película, y la veía con frecuencia después de que Brad la pusiese para que la disfrutara toda la familia.

QFD: ¿Se siente más cómodo como director, guionista o actor?

E.G.C.: Yo he tenido la suerte de haberme movido en los tres ámbitos. En general, todo me parece fantástico y no sabría decantarme por una sola de estas facetas. Me gusta dirigir, siempre que hago un encuadre o una escena, pienso en si me va a gustar como espectador.  Por otro lado, escribir también es fantástico, porque sabes que estás inventando lo que vas a rodar luego. También me encanta la parte de la planificación, porque yo estudié Bellas Artes y Arquitectura, y cada plano es como un cuadro. El valor del primer plano lo sabes si has dibujado.  
























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